No bastando lo aberrante del actuar judicial hasta entonces, Cristina, tras su liberación, sufrió el desamparo del Estado que le exigía que pruebe los daños sufridos para poder resarcirlos como legalmente corresponde. Le ofrecieron míseros subsidios y un trabajo que implicó más sometimiento del ya padecido: "acoso, prejuicios, aislamiento y revictimización".
AMPA acompañando a Cristina Vázquez en el reclamo por su inocencia. |
La condena a prisión perpetua fue anulada tanto para ella como para otra mujer también considerada culpable del crimen, cuyo nombre era Cecilia Rojas, quien pasó catorce años en prisión antes de recibir la absolución. Ambas eran acusadas injustamente y sin respaldo probatorio suficiente de haber asesinado a golpes en la cabeza a Erselida Lelia Dávalos, una mujer de 79 años de edad.
"Yo quiero que esta causa, que estos once años que estuve presa siendo inocente, sirvan para que los jueces, la Justicia Misionera y la del país, cambien, que simplemente hagan lo que tienen que hacer, que cumplan con la ley, con la Constitución y los códigos" decía Cristina tras ser liberada.
Este Miércoles, fue hallada sin vida en su casa de Posadas por efectivos de la Policía Provincial luego de que su hermana, María Alejandra, alertara sobre la no contestación de sus llamados telefónicos. Hoy lo que se exige es una investigación apropiada que selle esta historia tan injusta con la verdad.
Su causa demuestra una justicia totalmente deficitaria y patriarcal, con prejuicios de clase, que no respeta el debido proceso y que sigue seleccionando y criminalizando arbitrariamente a las mujeres, sometiéndolas constantemente a distintos tipos de violencia y discriminaciones cruzadas.
Thriller del documental sobre su causa "Fragmentos de una amiga desconocida".
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